Servicio militar obligatorio en Bolivia
Autor: Rómulo Elío Calvo Orozco
De tiempo en tiempo no faltan opiniones sobre la conveniencia o inconveniencia decumplir con el Servicio Militar, pero lo mayoría son contrarios a esta obligación porque no tienen vivencia cuartelaría y opinan sin conocimiento de causa.
Manifiestan que cumplir con el servicio militar es perder tiempo, sin saber que en el cuartel se practica la integración nacional, allí no hay discriminación. Citadinos y campesinos en convivencia diaria aprenden que Bolivia es una sola. El servicio militar es un requisito que debe cumplirse como parte de la formación del individuo.
En el cuartel se aprende a moderar el carácter, fortalecer el espíritu y a ser humildes. Así el conscripto es un ciudadano más fuerte para afrontar las adversidades de la vida, entiende que hay que conducirse con prudencia, inteligencia y tolerancia en todas las actividades para no perder oportunidades. En la vida no todo es una taza de leche y cada día se confrontan problemas de todo orden. Es evidente que existen algunos excesos de parte de los oficiales instructores, pero se puede afrontar con inteligencia y psicología. Un ejemplo: un oficial llama a un soldado y entregándole una piedra le ordena que le compre cigarrillos. El soldado toma la piedra sin discutir, compra los cigarrillos y le entrega cambio. Esta actitud le valió tener mayor consideración de parte del oficial.
En otros tiempos, cuando el recluta retornaba a su hogar era recibido por sus padres, familiares y amigos con una fiesta. Cumpliendo costumbres ancestrales le ofrecían el primer cocktail, la primera cerveza y el primer cigarrillo, significando de esta manera que estaba autorizado para hacerlo ante familiares y vecinos. De manera sutil le hacían notar que para gozar de estos derechos tuvo que cumplir obligaciones. Ahora se trata de suprimir el servicio militar con razones de poca importancia para favorecer a los indisciplinados, cómodos y faltos de valor para enfrentarse a una situación con incidentes desagradables, pero necesarios para templar el espíritu y fortalecer el cuerpo con ejercicios físicos adecuados.
La omisión de esta obligación es perjudicial para la formación de la juventud contemporánea. Antes la educación era autoritaria y vertical, pero ahora se ha ido al otro extremo otorgando al joven derechos pero sin deberes ni obligaciones. Producto de esta situación no hay respeto para instituciones, autoridades, profesores y ni siquiera para los propios padres; se ha caído en una distorsión peligrosa de un extremo a otro que es la rebeldía. Se han perdido valores morales, éticos, espirituales y afectivos.
Tratando de costumbres positivas, es conveniente traer a colación lo que sucedía con las novias campesinas que para casarse exigían a sus pretendientes la Libreta de Servicio Militar, si no la tenía era rechazados por considerar que era inmaduros y poco hombres.
Fue un uyunense de corazón, parte de nuestro equipo de redacción, quien aportó con artículos históricos, recopiló datos importantes del pasado de la ciudad de Uyuni, que se hubieran perdido con el tiempo. ¡Gracias don Rómulo!. Falleció el 2 julio de 2023.