La Churcka Francisca en Uyuni

Autor: Víctor Chungara / Libro Tradiciones y Leyendas de Uyuni

La Churcka Francisca era una señora de muy avanzada edad que debía  su apodo, precisamente, a su larga  y bella cabellera enrulada. Era churcka tal como le decían.

Tenía tantos años, que  se decía que  vino ya joven a presenciar la fundación de Uyuni y se quedó. Por el tiempo de este relato Uyuni contaba con unos  60 años y la Churcka Francisca ya había pasado sobradamente los 100 años.

Se la recuerda, siempre,  sentada en un banco  en una calle  cerca del mercado de entonces. Usualmente vendía pan que guardaba  en una canasta más vieja que ella misma. 

La Churcka Francisca  acostumbraba  aplicar un golpe con su largo palo al primero que se acercaba, y dependiendo del grado de descuido o desconocimiento de la víctima  el impacto   podía ser tan  o menos grave.  Por supuesto que todos los receptores del palazo al  ver la actitud  de la abuela  optaban por huir sin   generar  mayor pleito. 

El por qué Francisca  procedía de esa manera,  no se sabía con precisión. Sin embargo, los conocedores de siempre decían que lo hacía por costumbre, ya que, a su marido que en paz descansaré ya hace mucho, de  esa forma  lo trataba. 

Otros indicaban que manejaba el palo porque a sus años confundía a la gente con las ovejas que alguna vez tuvo en la Posta Vieja. 

En fin, se decía también que era porque ya estaba cansada de la vida  y esperaba que alguien reaccioné y de una vez le mande al otro mundo.

En sus años mozos, al inicio del siglo XX,  la Churcka Francisca habría sido una mujer fatal,  a quien le encantaba hacer pelear a sus galanes.  Indudablemente, en esos años,  fue la persona de mayor longevidad  de Uyuni, se llegó a  atribuir su avanzada edad a la sequedad que circunda la región del salar.

Basados  en este aspecto climático existieron proyectos para instalar clínicas geriátricas, que permitieran  conservar la salud de personas mayores,  pero este proyecto no prosperó.